Solución:
a) Si el abogado está totalmente ocupado (durante todas las horas que desee trabajar) en el ejercicio de su profesión, no sería conveniente que hiciera su propia mecanografía. Por cada hora que trabaje se ahorraría $20 (puesto que puede mecanografiar dos veces más rápido que su secretaria, quien recibe $10 por hora). Sin embargo, para poder trabajar una hora, el abogado tendría que abandonar su profesión durante ese tiempo y dejar de ganar $100. El abogado, entonces, perdería $80 por cada hora que dejara de ejercer el derecho para dedicarse a la mecanografía.
b) Ésta es una aplicación de la ley de la ventaja comparativa a la vida diaria. El abogado tiene una ventaja absoluta sobre su secretaria tanto en mecanografía (el doble) como en la práctica del derecho. Sin embargo, su ventaja absoluta es (infinitamente) mayor en el ejercicio del derecho que en la mecanografía, puesto que la secretaria no puede ejercer el derecho. De esta forma, al abogado le conviene especializarse (es decir, emplear todo su tiempo) en el ejercicio del derecho, y dejar la mecanografía a su secretaria. La secretaria también se beneficia al no tener que buscar otro empleo y, posiblemente, ganar menos. (Observa que si el abogado no tuviera un número de clientes suficiente para ejercer su profesión y estar totalmente ocupado, podría ahorrar o ganarse $10 por hora haciendo su propia mecanografía.)