De acuerdo a Margadant (1992), el término de familia significa, en el antiguo latín, "patrimonio doméstico". Entonces, el término pater familias simboliza al que tiene "poder" sobre los bienes domésticos. En el latín posterior, el término "familia" comienza a referirse a una parte determinada del patrimonio doméstico, es decir, a los famuli o esclavos.
En la práctica actual, la palabra "familia" representa a un grupo de personas adheridas por el parentesco. Unas veces, corresponde al concepto de domus; otras, más bien al de gens.
El término pater familias designa, por tanto, a un romano libre y sui iuris, independientemente de la cuestión de si está casado y tiene descendientes. Un hijo legítimo, recién nacido, cuyo padre muere, si no tiene un abuelo paterno, es un pater familias, aunque todavía sin capacidad de ejercicio. En cuanto a la mujer, el término de mater familias existió, pero sólo como título honorífico en la intimidad del hogar y no como término jurídico.