Hobbes

El concepto “estado de naturaleza” fue planteado por Thomas Hobbes en su obra El Leviatán para explicar que los humanos son por naturaleza iguales y por ende competitivos, dispuestos a una guerra de todos contra todos. En este estado de la naturaleza el hombre viviría en perpetua riña, pero el hombre además cuenta con la razón, lo que le permite darse cuenta de este destino natural y frenarlo haciendo un esfuerzo para mantener la paz.
Así es como en un inicio mítico los hombres decidieron ceder todo su poder mediante un contrato a un gobernante, al Estado, que Hobbes denomina Leviatán, el cual concentra todo ese poder para mantener la paz, base de toda sociedad civilizada.
Locke

Locke considera que la propuesta de Hobbes puede producir excesos, por lo que siguiendo el orden de ideas agrega que el contrato social que firman los ciudadanos y el Estado debe estipular también garantías para los individuos, de modo que el Estado tenga límites en el uso del poder que concentra.
Una sociedad civilizada debe estar en todo momento guiada por la razón, que dicta que nadie debe dañar a otro en su vida, salud, libertad o posesiones.
Rousseau

Para este autor la naturaleza del ser humano no es buena ni mala en sí misma, el hombre nace como una tabla rasa, la bondad o maldad que se manifieste en su conducta tiene otras fuentes ajenas a su naturaleza.
Es la sociedad la que influye en el camino que cada hombre toma, por lo que la verdadera libertad consiste en regresar o mantenerse en el estado natural imparcial.
Kant y el proyecto de la ilustración

Kant es un pensador ilustrado, igual que los pensadores de su época reflexionó sobre la importancia de la razón y su relación con la experiencia para conocer la verdad de las cosas.
Kant une el racionalismo y el empirismo, que proponen que el conocimiento se adquiere, el primero por principios e ideas innatas, y el segundo por la mera experiencia. Para Kant, aunque todo conocimiento empieza en y con la experiencia, no todo lo que hay en el conocimiento procede de la experiencia, la cual proporciona la materia del conocimiento a posteriori (después de la experiencia), pero también, gracias a la razón es posible adquirir conocimientos a priori (antes de la experiencia), por ejemplo, el conocimiento matemático que no es necesario comprobarse en la experiencia.