Este tipo de evaluación se llevó a cabo principalmente en la década de los años setentas, se caracteriza por un componente administrativo, y se orientaba a valorar la productividad y rentabilidad de las instituciones educativas. Como líneas de investigación se pueden identificar las escuelas eficaces, sin embargo, se reduce a una concepción instrumental.
La evaluación de centros desde la perspectiva de los procesos de mejora y desarrollo institucional busca superar la visión reduccionista de la evaluación orientada a productos y considerarla desde una perspectiva integral en donde se considera como parte fundamental el proceso, así como los diferentes sujetos que participan en la institución, y que de una u otra manera contribuyen a su mejora, además de que son sistemas complejos y cambiantes, se concibe la institución como una comunidad de aprendizaje, y la línea de estudio se relaciona con los procesos de mejora continua.